Francisco Sáez S.L. en sus instalaciones cuenta con una planta descascaradora con una capacidad de descascarado de casi 50 Tm al día y con una planta repeladora cuya capacidad de manipulación es de 6 Tm al día.
La almendra se recibe en cáscara y se vierte en los depósitos de almacenaje. Se cogen muestras aleatorias de 1 Kg de almendras en cáscara, se parten y se pesan. En función del peso se determina el rendimiento de la pepita.
Luego se procede al mojado de la almendra en cáscara en los depósitos de humedecido con agua y posteriormente la almendra pasa a las partidoras, separadoras (smart) donde se realiza la separación de la cáscara de almendra, el grano de almendra y por otro lado el polvo. Posteriormente el grano se introduce en el depósito de eliminación de humedad, donde mediante inyección de aire caliente se procede al secado de la almendra.
Después la almendra en grano se dirige a la cribadora donde se efectúa el cribado de las almendras según los distintos calibres, clasificándose de este modo las almendras por tamaños.
Finalmente se envasan, lotean y distribuyen directamente al cliente en camiones propiedad de la empresa Francisco Sáez S.L.
La almendra con piel se recepciona en la nave de repelado. Ésta se vierte en una tolva y pasa a la lavadora para proceder al lavado de almendra pelada, sube a un escaldador y pasa por agua caliente lo cual facilita el repelado de la almendra.
La almendra sin piel pasa a un secadero donde con ayuda de un aspirador a temperatura elevada (80-90º) se le quita la humedad a la pepita.
Una vez secada la pepita pasa a la mesa de trabajo de selección, donde las mujeres repasan la almendra eliminando las pepitas que no cumplan las características de calidad para su comercialización.
Posteriormente se envasan y se lotean para su distribución o se guardan en cámaras frigoríficas para su conservación.